La
economía como ciencia no puede entenderse despojada de su contenido histórico.
Los acontecimientos presentes tampoco son legibles sin comprender su pasado.
Tanto es así que se puede afirmar que la historia en la economía cumple un
papel muy importante.
Además
la economía es una ciencia social y que la historia estudia la realidad social
en el tiempo, una historia económica debe tener presente las exigencias
sociales del presente, por lo tanto no hay historia sin economía.
Estudiar
la historia económica del Ecuador es una tarea compleja, la manera como se
detallan ciertas etapas puede resultar arbitraria, pues es difícil distinguir
con claridad los cortes de cada época en el tiempo, por lo que es necesario
profundizar en el estudio de la historia económica del Ecuador, discutirla y
comprenderla para crear una teoría propia. FT1
1.1.1 LA ÉPOCA ABORIGEN.
Está
comprendida aproximadamente entre los años 12000 a.C hasta 1534
Hay
evidencia de población en el Ecuador desde hace 12000 años, con condiciones
climáticas muy favorables para el hombre de aquella época, los vestigios más
antiguos se han encontrado en los valles andinos, lo que ahora es Quito.
Estos
pobladores fueron cazadores especializados. Se agrupaban en bandas nómadas
dedicadas a la cacería, los bosques les proporcionaban alimentos vegetales y
plantas medicinales, tenían armas confeccionadas con materiales muy
resistentes.
Los
hombres vivían en cuevas o construcciones muy simples hechas con ramas y paja y
los asentamientos eran temporales. Con el tiempo, la población se extendió,
siendo los más recientes lo de la costa, en los que ya se añade la pesca como
medio para obtener alimento.
En el
transcurso de algunos miles de años se dio una transformación de enormes
proporciones con el aparecimiento de la agricultura y aprendieron a sembrar
plantas, a domesticar a los animales. Utilizaron ya técnicas de cultivo como terrazas, canales de irrigación entre
otras técnicas.
La
yuca, el maíz, la papa fueron entre otras los cultivos que comenzaron a sembrar
y a sostener a las comunidades enteras y comenzar a desarrollarse autónomamente
para beneficio de las familias.
En
aquella época el maíz era el principal producto. Se afirma que llegó al actual
Ecuador hace 9000 años procedente de la actual Centroamérica, anteriormente estos
cultivos solo eran de sostenimiento y ya posteriormente se formaron aldeas
agrícolas, en donde ya se podía notar una diferenciación social e iniciales
niveles de división del trabajo.
Se
comenzó a elaborar instrumentos de cerámica y una rudimentaria utilización de
los metales.
Se dio
inicio a las cultura conocidas como la Valdivia que es reconocida por sus
figuras muy características y de muy buena calidad, posteriormente apareció la
cultura Machalilla que marca el inicio de algunas costumbres que se mantuvieron
durante mucho tiempo en las sociedades aborígenes, entre ellas la práctica de
la deformación del cráneo, tradición vinculada con ceremonias religiosas y con
concepciones de estética personal como lo es lo relacionada al uso de adornos
en el pabellón de las orejas.
Esta cultura se
localizó en un territorio bastante similar al de la península de Santa Elena,
al igual que Valdivia, dependía de la agricultura del maíz, de la pesca y la
cacería. La diferencia entre una y otra cultura esta dada por el aparecimiento
de ciertas costumbres que duraron por largo tiempo en las sociedades
prehispánicas, pero que se iniciaron en la cultura Machalilla.
Entre los años
1300 y 500 antes de Cristo, se dio un significativo avance de las sociedades,
la intensificación de la agricultura permitió por primera vez obtener
excedentes, se dio una notoria diferenciación
social, pero se mantenían las estructuras de comunas. Se generaba
intercambios entre los pueblos de la Costa, con los de la Sierra y la Amazonía
y se desarrollaron técnicas de elaboración de cestos, tejidos, innovaciones
cerámicas, de construcción de viviendas. También tuvo innovación la elaboración
de instrumentos de piedra, madera y huesos.
Luego
aparecieron los llamados Señoríos Étnicos que eran unidades políticas que se
formaban con alianzas guerreras, consolidadas por parentescos y pertenencia
étnica, no establecían fronteras delimitadas, pero lograban estabilidad en las
relaciones entre comunidades. Ellos no tenían propiedades privadas, la tierra
era propiedad común, se lograba mayor productividad y coordinación de las
actividades económicas, sociales y religiosas. Las formas de autoridad en
muchos casos tenían carácter hereditario.
En esta época se
formaron las culturas como los Cayapas, Manteños, Chonos, Huancavilcas en la
Costa. Los Pastos, Otavalos, Caranquis, Quitus, Panzaleos, Cañaris, Saraguros,
Paltas en la Sierra. Los Jíbaros en la Amazonía.
El Incario.
Hacia fines del
siglo XV, los pueblos de lo que ahora es el Ecuador enfrentaron la conquista de
unos guerreros originarios del sur, los Incas, que se habían asentado
originariamente en el sur del actual Perú. Su rápida expansión militar y
política se inicio por el año 1200.
Túpac Yupanqui,
soberano inca, inició la conquista de los pueblos del norte en las últimas
décadas del siglo XV. Su táctica fue combinada, por una parte recurría a las
acciones militares contra quienes se resistían, pero también optó por la
alianza y transacción. De esta manera logró someter a los Paltas y Cañaris.
Su hijo Huayna
Cápac, que justamente había nacido en la capital Cañari, Tomebamba (actual
Cuenca), continuó la conquista y consiguió dominar hasta las tierras de los
Pastos en el norte. La resistencia más encarnizada la encontró en Caranqui.
Luego del éxito
militar, consolidó su triunfo casándose con una importante señora de Caranqui
(princesa Quilago), con quien tuvo un hijo, Atahualpa. También los incas
incursionaron en la Costa, pero su control ahí fue parcial. En la Amazonía la
conquista no llegó a darse realmente.
La base de la
producción social estaba en la comunidad, regida por el tradicional jefe, que
paso a formar parte de la burocracia[1]
imperial. Cada comunidad debía autoabastecerse y entregar contribuciones en
productos o trabajo que eran centralizados por los conquistadores. De este modo
se incrementó el intercambio y se explotó la mano de obra para la construcción
de caminos, sistemas de riegos entre otras obras orientadas a aumentar la
producción agrícola y la comunicación entre los pueblos.
Las castas
dominantes de guerreros y sacerdotes vivían de la extracción de excedentes de
trabajo de las comunidades, cuyo control político debió mantenerse a base de
una fuerte represión.
Así pues, el
Estado inca se caracterizó por su eficiente organización, asentada sobre las
relaciones comunitarias y por sus rasgos autoritarios.
Aunque la
presencia inca duró algo así como 80 años en el sur y 40 en el norte del actual
Ecuador, su influencia en nuestra historia a sido enorme, no solo porque el
idioma y varios rasgos de la organización social y política fueron adoptados
por los pueblos locales, sino porque Tomebamba y Quito se transformó muy pronto
en uno de los ejes políticos de todo el inmenso Tahuantinsuyo[2].
Hablar, por tanto de la conquista inca, aunque fue muy sangrienta, como un
hecho de sometimiento sin más es un error, puesto que significó una integración
al gran imperio, en el que los pueblos de nuestro actual país cumplieron un
papel protagónico.
Cuando murió
Huayna Cápac en 1528 en su ciudad favorita, Tomebamba, se dio una disputa
bélica por la sucesión entre sus hijos Huáscar y Atahualpa. El primero había
sido respaldado por la mayoría de las provincias del sur y se lo proclamó
emperador en el Cuzco; en tanto que el segundo se hizo fuerte en el norte,
especialmente en las tierras de Quito y Caranqui, donde había nacido. Al
principio la guerra le fue favorable a Huáscar, pero luego Atahualpa, con el
apoyo de sus generales Quizquiz, Calicuchima y Rumiñahui, logró tomar la
segunda capital del imperio, Tomebamba, y posteriormente la capital imperial,
el Cuzco. Huáscar fue apresado y asesinado. Pero Atahualpa no llegó a gobernar
sobre el imperio unificado porque para entonces los españoles habían penetrado
ya en el Tahuantinsuyo y terminaron por tomarlo preso y asesinarlo.
1.1.2. LA ÉPOCA COLONIAL.
Está
comprendida aproximadamente entre el año 1535 y 1808.
En 1492
fue un año clave para América, España y la humanidad. Con la llegada de la
expedición de Cristóbal Colón y el inicio de la subyugación violenta de los
pueblos aborígenes comenzó una época nueva para nuestro continente. También en
ese año culminó el proceso de unidad política de todos los reinos hispánicos
bajo los reyes católicos. Y Europa, que salía del feudalismo[3]
avanzó con el aporte americano hacia una era de
predominio mundial.
Al descubrimiento del nuevo continente y su ocupación inicial sucedió una
corta etapa de conquista militar. Luego se inicio una extensa Época Colonial,
que duro casi tres siglos.
En los tiempos coloniales la vida de la sociedad y del Estado fue muy
compleja, entender a esta época como feudal es un error. La formación económico
– social de lo que luego llegó a ser Ecuador está llena de complejidades y de
permanentes cambios, se dio un conjunto orgánico y articulado de relaciones
sociales de distinto carácter y origen histórico diverso, cuya integración
escapa de ser sencillo de caracterizar.
Si vemos la sociedad colonial desde la perspectiva de sus relaciones
económico – sociales básicas, luego de la conquista encontramos tres grandes
períodos en la vida de lo que ahora es Ecuador. Desde el fin de la conquista
hasta fines del siglo XVI se dio un período de asentamiento e inicial
consolidación del régimen colonial español. Desde entonces y hasta las décadas
iniciales del siglo XVII, es decir una centuria y unas décadas más, se dio un
segundo período en que la actividad económica articulante de la sociedad fue la
producción textil. Por fin, desde inicios de siglo XVIII y hasta cerca de cien
años después, cuando se inició la independencia, se dio un tercer período,
caracterizado por la crisis, la recaudación de las relaciones sociales y el
agotamiento del régimen colonial.
La Conquista.
Cristóbal Colón que era un navegante profesional al servicio de España,
logró armar una expedición y partió el 3 de agosto de 1492 desde el puerto de Palos de la
Frontera (Huelva), y llegar a una isla
del Caribe llamada Guanahaní (hoy en las Islas Bahamas) el 12 de octubre
de dicho año[4]. Sus habitantes denominaban a estas tierras
de diversa manera. Pero por confusión los “conquistadores” la llamaron Indias
al nuevo continente. Luego, otra confusión generalizada lo bautizaría como
tierras de América, por Américo Vespucio, el geógrafo y navegante que trazó uno
de sus primeros mapas.
Designar la llegada de Colón como descubrimiento, es pensar desde la
perspectiva de los invasores. Con este primer contacto, además de probarse en
la práctica la teoría de la redondez de la tierra, se incorporó todo un
continente a la vida del resto de la humanidad, puesto que América se vinculó
por este medio a Europa y a los otros continentes. No cabe duda de que ese
contacto tuvo aspectos positivos, pero también fueron consideradas “tierras de
conquista” y sus habitantes como objetos de explotación. El inicio de la
colonización de nuestro continente, al mismo tiempo que la apertura de una
época, fue también el comienzo de un inacabado atropello a los pueblos
aborígenes.
Colón realizó varios viajes a las recién descubiertas tierras e inició su
colonización. A sus empresas se sumaron las de otros españoles que, a inicios
del siglo XVI, habían conquistado ya el caribe y se adentraron a tierra firme,
cruzando el istmo de Panamá, en cuya ribera opuesta hallaron un océano que
denominaron Pacífico. Los descubrimientos y conquistas fueron tareas
emprendidas privadamente por aventureros españoles que obtenían autorización y
privilegios de la corona de Castilla. Sin embargo, conforme se regularizaba la
colonización, la influencia y la autoridad del Estado se acentuaban.
La conquista de
Quito.
Luego de que se consolidó el control hispánico sobre el istmo de Panamá,
comenzaron a recibirse noticias sobre un rico país hacia el sur. En 1524 se
organizó una empresa privada de conquista y colonización que encabezaron
Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Pizarro dirigió una primera expedición
por la costa sudamericana en 1526, que llego por primera vez a las playas de lo
que ahora es Ecuador. Luego de solventar dificultades, los dos jefes volvieron
a organizar una nueva expedición, que en 1531 recorrió nuevamente la costa
hasta Túmbes, en donde desembarcaron para penetrar tierra adentro.
Enterados los invasores de la guerra entre Huáscar y Atahualpa y del
triunfo de este último, tendieron una trampa al emperador en Cajamarca y lo
tomaron preso. El desconcierto que esto causó entre los pueblos indígenas y las
alianzas que promovieron los españoles con los descontentos contra Atahualpa,
impidieron una defensa coordinada del incario. Los invasores demandaron un
crecido rescate por el soberano, pero luego lo hicieron víctima de un juicio al
cabo del cual fue ejecutado.
En el norte del Tahuantinsuyo, varios generales de Atahualpa entre ellos
Rumiñahui organizaron la resistencia, pero fueron sucesivamente vencidos por
las tropas españolas apoyadas por pueblos enteros de indígenas descontentos. El
más notable héroe de la resistencia fue Rumiñahui, que, luego de ser derrotado
en su defensa de Quito, fue bárbaramente ejecutado.
Sebastián de Benalcázar fue encomendado por Pizarro para ocupar el norte.
En su avance fundó la ciudad de Santiago de Quito en agosto del 1534.
Una vez que fuera organizado el gobierno hispánico en Quito, partió de
esta ciudad, bajo el mando de Gonzalo Pizarro, una expedición a la Amazonía.
Luego de afrontar grandes penalidades, Pizarro encargó a Francisco de Orellana
la exploración de las rutas fluviales. De este modo llegaron al gran río
Marañon o de las Amazonas, el 12 de febrero de 1542. Por allí salieron al
Atlántico, para arribar luego a España.
Cuando los españoles iniciaron su penetración en el Tahuantinsuyo, el
Imperio Inca se debatía en una aguda crisis. El derrumbamiento repentino del
Imperio y la relativa facilidad con que los conquistadores sojuzgaron al
Tahuantinsuyo se puede explicar mejor por conflictos y debilidades internas de
esa sociedad, más que por la acción audaz, la superioridad bélica o la
inteligencia de los españoles.
Desgraciadamente la historia atribuyó a los españoles el carácter de raza
superior y que describen las aventuras “heroicas” y los crímenes atroces que
dejaron diezmadas las poblaciones indígenas, ni la mencionan.
A parte de los crímenes
por parte de los españoles, las enfermedades acabaron con algunas tribus, la
conquista significó el intento de expulsión de los indígenas del escenario de
nuestra historia. Desde entonces hasta los tiempos actuales, los indios, y
especialmente las mujeres indígenas, dobles o triplemente discriminadas, no
existen en las versiones oficiales.
[1] Burocracia: significa sistema
de administración pública por medio de departamentos u oficinas, con sus
respectivos jefes. Funcionarios públicos del Estado.
[2] Tahuantinsuyo. Etapa
en que la civilización Inca logró su máximo nivel organizativo y se consolidó
como el estado precolombino de mayor extensión en América. Abarcó los territorios andinos y circundantes desde Pasto,
al norte, hasta el Río Maule, al sur; actualmente territorios correspondientes
al sur de Colombia, pasando por Ecuador, principalmente por el Perú y Bolivia,
hasta gran parte de Chile y el noroeste de Argentina.
[3] Feudalismo es la organización social, política y económica basada en el
feudo que predominó en la Europa occidental entre los siglos IX y XV. Se
trataba de propiedades de terrenos cultivados principalmente por siervos, parte
de cuya producción debía ser entregada en concepto de "censo"
(arriendo) al amo de las tierras, en la mayoría de los casos un pequeño noble
que era el que administraba justicia en su territorio (señor) nominalmente leal
a un rey.
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