En
el último cuarto del siglo XIX el deductivismo en Economía tomaría un rumbo diferente
con el desarrollo de la teoría de la utilidad marginal, el análisis del equilibrio
general y la introducción del cálculo diferencial y otras técnicas matemáticas
en Economía.
Después
de la publicación de El Capital, de Carlos Marx, tres autores, Stanley Jevons,
Karl Menger y León Walras trasladaron la base de la teoría del valor desde el
trabajo objetivo a la utilidad subjetiva, añadiendo la aplicación del análisis
marginal a la teoría económica.
Lo
que podría llamarse revolución marginalista, o neoclásica, combina la teoría subjetiva
del valor con el uso de símbolos matemáticos, construyendo de esta forma un
nuevo marco teórico con el objetivo de resolver las cuestiones económicas
fundamentales.
La
escuela matemática tiene sus antecedentes en Cournot, fundador de la Economía
matemática basada en que las formas superiores del análisis matemático pueden
ser aplicadas fácilmente a una serie de proposiciones económicas. A Cournot le
sucedería Walras y este último encontraría otro sucesor en Pareto.
Una interesante valoración de la inclusión de las matemáticas
en el análisis económico se resume en los siguientes puntos:
a) El uso de cualquier técnica, incluida la matemática, con
cualquier propósito científico, incluida la Economía, es legítimo cuando ayuda
al análisis, exposición y precisión.
b) La matemática es una de tales técnicas, o un medio para la
exposición, No es en sí misma superior a cualquier otra, no añada nada por si
misma al contenido de la teoría y no confiere ningún honor especial a quien la
usa.
c) Las formulaciones matemáticas de las teorías ayudan en
ocasiones a lograr una claridad y Economía expresiva que son deseables.
Fundador Alfredo
Marshall.
Para Marshall, el objeto de la Economía es el de facilitar un
conjunto de instrumentos válidos para la aplicación en la resolución de un
problema concreto. El método en Marshall es fundamentalmente deductivo y su contribución
básica a la Teoría Económica tiene como fundamento su preocupación por los
problemas prácticos y ordinarios de la vida: Marshall planteaba el problema de
que deseaba no sólo construir modelos abstractos y mecanicistas, sino también
no perder de vista al mismo tiempo la realidad.
Con una sólida formación matemática, histórica y filosófica,
introdujo en sus enseñanzas las críticas a la Escuela Clásica inglesa
(principalmente, Smith, Ricardo, Malthus y Stuart Mill, procedentes del
historicismo alemán y del socialismo), así como también de la escuela
marginalista.
El resultado de sus esfuerzos fue la denominada «síntesis
neoclásica», base de la teoría económica moderna. En 1890 publicó su obra
capital, Principios de Economía, que durante muchos años fue el principal libro
de texto en las facultades de todo el mundo. En el primer volumen de la obra
compaginó conceptos de la Economía clásica como riqueza, producción, trabajo,
capital o valor con aportaciones de la escuela marginalista como utilidad y
utilidad marginal. A los agentes de la producción (tierra, trabajo, capital)
añadió un nuevo factor, el de la organización industrial.
En el segundo volumen realizó una exposición del
funcionamiento de los mercados, un análisis de oferta y demanda y expuso su
teoría del equilibrio general, de la formación de la oferta, la incidencia de
los monopolios y la distribución de la riqueza nacional. Los problemas más
destacados que analizó fueron el de la formación de los precios y la
distribución de la renta.
En el primer caso estableció como determinantes del valor de
un bien tanto el coste de producción como la utilidad. A partir del valor del
bien, la formación de los precios vendría dada por la confluencia de la oferta
y la demanda; la primera, determinada por los costes de producción, y la segunda,
por la utilidad marginal.
También estableció una relación entre precio y cantidad
demandada cuyas gráficas (curvas de oferta y de demanda) sigue vigente hoy día.
Aportaciones.
Ceteris paribus
Frecuentemente escrita como ceteris paribus o céteris
páribus, es una locución latina que significa "permaneciendo el resto
constante". Ceteris significa "lo demás" o "el
resto", del que deriva la palabra "etcétera". Par significa
"igual", como en la expresión castellana "a la par".
En Economía se llama así al método en el que se mantienen
constantes todas las variables de una situación, menos aquella cuya influencia
se desea estudiar.
Esto permite simplificar el análisis, ya que en caso
contrario sería imposible dilucidar el efecto de cada variable individual. Si
se utiliza reiteradamente el método variando ordenadamente cada una de las
variables, y sólo esa variable por vez, es posible llegar a comprender
fenómenos muy complejos. Por ejemplo: utilidad marginal, costo promedio, oferta
y demanda, etcétera.
El Equilibrio
Parcial.
Esta teoría estudia los mecanismos por los que se determinan
la cantidad y el precio de equilibrio en un mercado. El análisis de las
elasticidades de la oferta y la demanda es el núcleo central de esa teoría.
Oferta y demanda.
El modelo de la oferta y la demanda describe la interacción
en el mercado de un determinado bien entre consumidores y productores, en
relación con el precio y las ventas de dicho bien. Es el modelo fundamental de
la microeconomía, fue Alfred Marshall quien popularizó estos conceptos, en su
ensayo Principios de Economía. Junto con Léon Walras, Marshall, se
centró en el punto de equilibrio en el cual las dos curvas se cortaban.
Este modelo predice que, en un mercado libre y competitivo,
el precio se establecerá en función de la relación oferta y demanda, generando
un punto de equilibrio en el cual los consumidores estarán dispuestos a
adquirir todo lo que ofrecen los productores al precio marcado por dicho punto.
La oferta.
La oferta es la relación entre la cantidad de bienes
ofrecidos por los productores y el precio de mercado actual. Gráficamente se
representa mediante la curva de oferta.
La demanda.
La demanda es la cantidad de bienes y servicios que los
consumidores desean y están dispuestos a comprar dependiendo de su poder
adquisitivo. La curva de demanda representa la cantidad de bienes que los
compradores están dispuestos a adquirir a determinados precios, suponiendo que
el resto de los factores se mantienen constantes (cláusula ceteris paribus).
La curva de demanda es por lo general decreciente, es decir, a mayor precio,
los consumidores comprarán menos.
Equilibrio
económico.
Leyes de la
oferta y demanda
La ley de la oferta indica que la oferta es directamente
proporcional al precio; cuanto más alto sea el precio del producto, más
unidades se ofrecerán a la venta. Por el contrario, la ley de la demanda indica
que la demanda es inversamente proporcional al precio; cuanto más alto sea el
precio, menos demandarán los consumidores. Por tanto, la oferta y la demanda
hacen variar el precio del bien.
Ley de la
oferta: + Precio = + oferta y –
demanda
Ley de la
demanda: - Precio = - oferta y + demanda
Según la ley de la oferta y la demanda, el precio de un bien
se sitúa en la intersección de las curvas de oferta y demanda. Si el precio de
un bien está demasiado bajo y los consumidores demandan más de lo que los
productores pueden poner en el mercado, se produce una situación de escasez, y
por tanto los consumidores estarán dispuestos a pagar más. Los productores
subirán los precios hasta que se alcance el nivel al cual los consumidores no
estén dispuestos a comprar más si sigue subiendo el precio. En la situación
inversa, la sobreproducción se genera si el precio de un bien es demasiado alto
y los consumidores no están dispuestos a pagarlo, la tendencia será a que baje
el precio, hasta que se llegue al nivel al cual los consumidores acepten el
precio y se pueda vender todo lo que se produce.
Ahora veremos que el precio de un producto del mercado está
determinado por un equilibrio entre la oferta (lo que se quiere producir a un
precio determinado) y la demanda (lo que se desea comprar a un precio
determinado).
Utilidad
marginal.
El diccionario de Economía, de Graham
Bannock y otros, es claro al definir la utilidad marginal como el aumento en la
utilidad del consumo de un bien que resulta de incrementar la cantidad que se
consume en una unidad o bien es la representación cuantitativa de la utilidad
que brinda la última unidad consumida de un bien.
El precio de un bien se define a través de su utilidad
marginal, no a través de la utilidad objetiva. Allí donde el agua está
disponible en abundancia, su utilidad marginal es baja; la utilidad marginal de
los diamantes es alta a causa de su rareza. Este enunciado aclara la observación
diaria de que la oferta repentina de un bien -por ejemplo, tomate- en general
conduce a una caída de su precio.
Silvestre Méndez dice que en la medida en que el individuo
posee mayor cantidad de un bien, la utilidad que le atribuye a cada unidad del
bien va disminuyendo en relación directa con el aumento de unidades del bien
que se trate, esto se conoce como ley de la utilidad decreciente. Por el
contrario, cuando el individuo posee pocas unidades de un bien, le atribuye
mayor importancia a cada una es decir le atribuye mayor utilidad. De aquí se desprenden
dos tipos de utilidad: La utilidad total, que es la máxima satisfacción que
obtiene un individuo por la posesión o consumo de un bien; y la utilidad
marginal que párrafos antes hemos anotado.
Elasticidad.
En Economía, la elasticidad es la razón formada entre el
cambio proporcional de una variable con respecto del cambio proporcional de
otra variable. También es la sensibilidad de la cantidad demandada u ofertada a
los cambios en los precios.
Para efectos concretos de una elasticidad demanda, en una
Economía de mercado, si subimos el precio de un producto o servicio, la
cantidad demandada de éste bajará, y si bajamos el precio de ese producto o
servicio, la cantidad demandada subirá. La elasticidad nos dirá en qué medida
se ve afectada la demanda por las variaciones en el precio, puede ser por
ejemplo, que haya productos o servicios para los cuales, habrá una pequeña
variación de la cantidad demandada cuando se les sube el precio: Los
consumidores comprarán independientemente de las variaciones del precio, a este
se le llama, inelasticidad. El proceso inverso es cuando el producto o servicio
es elástico, es decir, variaciones en el precio modifican mucho la cantidad
demandada.
Tomando como ejemplo el pan de harina de trigo, éste es un
producto típicamente inelástico en la cultura occidental, ya que es considerado
un artículo de primera necesidad, de tal manera que, aunque el precio del mismo
subiera drásticamente, la demanda no se modificaría en la misma medida
(duplicar el precio de la barra de pan no provoca que la demanda baje a la
mitad), mientras que bajar su precio no supondría un aumento de la demanda (que
la barra de pan baje su precio a la mitad no provocará que consumamos el doble
de pan).
Conocer si nos encontramos ante un producto de alta
elasticidad o baja elasticidad es muy importante a la hora de tomar decisiones
relativas a precios.
Si nos encontramos ante un producto inelástico, sabemos que
tenemos un amplio margen de incremento de precios, y que una caída de precios
no serviría de nada. Si nos encontramos ante un precio elástico, sabemos que
una disminución de precios disparará la demanda, y por lo tanto dará mejores resultados
globales, mientras que un alza de precios puede suponer una caída súbita en las
ventas.
Principales factores que pueden influir en la elasticidad de
la Demanda-Precio:
1. La existencia de bienes sucedáneos o sustitutivos
recíprocos, en mayor o menor medida.
2. La proporción del ingreso del consumidor que dedica al gasto
del bien objeto de análisis.
3. El carácter complementario de algunos bienes con relación
a otros más caros o más baratos.
4. La mayor o menor durabilidad del bien objeto de análisis.
5. La extensión del periodo considerado en el análisis.
6. Los gustos y
preferencias del consumidor.
La elasticidad de la oferta es básicamente el mismo concepto
que la demanda, simplemente busca medir el impacto en la oferta de un producto
o servicio dada una variación en su precio.
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